Al final de cada semestre, como organización, nos damos un espacio para reflexionar colectivamente sobre nuestro camino: comentamos y analizamos el trabajo realizado, formulamos nuevos proyectos y repensamos la misión, visión y estrategias que guían a Kintu en su labor de fomentar la restauración socioecológica.
En esta ocasión, contamos con la valiosa participación de nuestros miembros fundadores, así como de otras y otros colaboradores que han acompañado a la organización en diversos proyectos.
El encuentro tuvo lugar en San Fabián de Alico, en la región de Ñuble. Iniciamos nuestra travesía el sábado 24 de mayo por la tarde, emprendiendo el viaje desde Santiago hacia San Fabián. El domingo 25 realizamos un breve reconocimiento vegetacional por la ribera del río Ñuble, recorriendo los ecosistemas templados característicos de la zona.
Durante la caminata, destacamos la presencia de diversas especies del género Nothofagus, en particular del roble (Nothofagus obliqua), Raulí (Nothofagus alpina) y también de vegetación esclerófila con presencia de peumo (Cryptocarya alba), boldo (Peumus boldus), quillay (Quillaja saponaria) y litre (Lithraea caustica).
La jornada del lunes 26 marcó el inicio formal de la asamblea que nos convocaba. Comenzamos revisando los proyectos actualmente en ejecución, como nuestro ya conocido proyecto de defecaderos artificiales de guanacos en Alhué. Asimismo, abordamos el inicio de un nuevo proyecto en el que Kintu participa como actor local clave: Tierras Nuevas, sobre el cual entregaremos más detalles en una próxima publicación.
También conversamos sobre futuras iniciativas que involucran directamente a nuestra organización. Entre ellas, destacamos un proyecto de recopilación de relatos y datos históricos para estimar la distribución pasada del guanaco, lo que permitirá identificar áreas clave para su repoblamiento en Chile central.
Otro proyecto relevante es el estudio sobre la relación entre orugas y espino, con el objetivo de comprender el origen biogeográfico de este emblemático árbol del ecosistema esclerófilo. Estas y otras iniciativas serán compartidas en mayor detalle a medida que avancemos en su ejecución.
Finalizamos la asamblea con un espacio de reflexión colectiva sobre el futuro de Kintu, nuestras perspectivas sobre la restauración socioecológica, el rewilding y otros conceptos fundamentales en nuestra visión. Subrayamos la urgencia de desarrollar nuevas articulaciones teóricas y metodológicas para enfrentar la creciente degradación ambiental que amenaza al bosque y matorral esclerófilo.
En este marco, discutimos la importancia de construir una matriz territorial que integre las prácticas y narrativas de las comunidades locales, evitando generar antagonismos entre los distintos actores involucrados en los conflictos socioambientales. Destacamos, entre otros, el rol histórico y ecológico de la arriería como una práctica que puede contribuir a una restauración verdaderamente integral.
La asamblea semestral concluyó el martes 27 de mayo por la mañana, con nuestro regreso a Santiago. Cerramos este encuentro con esperanza, nuevas preguntas, y la convicción de que seguimos caminando en la dirección correcta.