Pasante Kintu investiga sobre cadenas productivas de llamas en Chile

A mediados de abril recibimos en Chile a nuestro primer pasante de Kintu, Sacha Peron, estudiante de la Escuela Superior de Agrodesarrollo Internacional (ISTOM) de Francia. Su llegada se concretó bajo el acompañamiento de nuestra cofundadora, Meredith Root-Bernstein.

El objetivo principal de su pasantía es evaluar la factibilidad de desarrollar cadenas productivas vinculadas a la llama (Lama glama) en la zona central de Chile. En este contexto, su investigación se enfoca en identificar los factores que favorecen o dificultan el dinamismo de dichas cadenas, con el fin de proponer estrategias viables de implementación.

La relevancia de esta especie radica en que las llamas cumplen funciones ecológicas similares a las del guanaco —su contraparte silvestre—, con la ventaja de ser un animal domesticado. Esto representa una oportunidad significativa no sólo para fortalecer el equilibrio ecológico de los ecosistemas locales, sino también para impulsar el desarrollo económico de comunidades ganaderas que trabajan con camélidos.

Actualmente, Sacha está analizando la configuración de dos cadenas productivas: la de carne y la de fibra de llama. Además, está evaluando el potencial de un servicio ecosistémico asociado al pastoreo dirigido, como herramienta para la reducción del riesgo de incendios forestales.

Por el momento, su investigación se encuentra en una etapa inicial, durante la cual ha logrado entrevistar a diversos actores clave vinculados a esta problemática. Entre ellos se cuentan funcionarios de CONAF, académicos, artesanos textiles y algunos criadores de llamas en el norte del país. 

En Kintu valoramos profundamente su colaboración y estamos entusiasmados por los aportes que podrá generar. Próximamente estaremos compartiendo sus principales hallazgos y conclusiones.

Terreno en el Cajón del Maipo para explorar opciones del proyecto Tierras Nuevas

Entre los días 1 y 2 de junio nos reunimos con los coordinadores del proyecto Tierras Nuevas, Anais y Fabien, con el objetivo de identificar y discutir posibles áreas de implementación dentro de la localidad del Cajón del Maipo.

El trabajo en terreno comenzó con nuestra llegada a la cuenca alta del río Yeso, específicamente al sector del Embalse El Yeso. Debido a un sistema frontal con precipitaciones en el sector, no fue posible realizar un acercamiento directo al glaciar Echaurren, lugar donde potencialmente se realizarían experimentos para el proyecto.

En su lugar, se efectuó un reconocimiento exploratorio de zonas para el estudio, priorizando el acercamiento a ecosistemas periglaciares. Durante esta jornada se identificaron las principales geoformas del paisaje, formaciones vegetacionales y la red hidrográfica dominante.

En la tarde del primer día, el equipo de Kintu realizó breves presentaciones en las que se compartieron investigaciones y proyectos en curso. Esta instancia permitió identificar puntos de convergencia con el proyecto Tierras Nuevas y explorar posibles sinergias y futuras colaboraciones. En estas presentaciones, Matías Guerrero, Benja Silva, Sofía Olivos y Tamara Escobar compartieron la información que se ha levantado por diferentes proyectos y publicaciones del Cajón del Maipo.

Entrada la noche, sostuvimos una conversación con el presidente de la Asociación de Ganaderos de San Gabriel, en la que abordamos sus percepciones sobre el cambio climático, sus efectos en el paisaje y otras aproximaciones vinculadas a la transformación del territorio.

Durante la mañana del segundo y último día, nos reunimos con una arriera residente en la cuenca alta del río Yeso. A través de este diálogo, se profundizó en las prácticas tradicionales y las narrativas locales en torno al uso y la comprensión del territorio.

Este intercambio permitió identificar las percepciones de algunos habitantes locales sobre los impactos del cambio climático, articulando así las dimensiones geofísicas y ecológicas del paisaje con las interpretaciones construidas desde la experiencia cotidiana.

Para finalizar el trabajo en terreno, realizamos un breve recorrido hacia el Monumento Natural El Morado, antes de emprender el regreso a Santiago. Esta salida concluyó con la recopilación de propuestas y reflexiones por parte de los habitantes con quienes logramos establecer contacto, dejando abiertas líneas de trabajo que esperamos seguir profundizando en futuras etapas del proyecto.

Asamblea semestral de miembros Kintu en San Fabián de Alico

Al final de cada semestre, como organización, nos damos un espacio para reflexionar colectivamente sobre nuestro camino: comentamos y analizamos el trabajo realizado, formulamos nuevos proyectos y repensamos la misión, visión y estrategias que guían a Kintu en su labor de fomentar la restauración socioecológica.

En esta ocasión, contamos con la valiosa participación de nuestros miembros fundadores, así como de otras y otros colaboradores que han acompañado a la organización en diversos proyectos.

El encuentro tuvo lugar en San Fabián de Alico, en la región de Ñuble. Iniciamos nuestra travesía el sábado 24 de mayo por la tarde, emprendiendo el viaje desde Santiago hacia San Fabián. El domingo 25 realizamos un breve reconocimiento vegetacional por la ribera del río Ñuble, recorriendo los ecosistemas templados característicos de la zona.

Durante la caminata, destacamos la presencia de diversas especies del género Nothofagus, en particular del roble (Nothofagus obliqua), Raulí (Nothofagus alpina) y también de vegetación esclerófila con presencia de peumo (Cryptocarya alba), boldo (Peumus boldus), quillay (Quillaja saponaria) y litre (Lithraea caustica).

La jornada del lunes 26 marcó el inicio formal de la asamblea que nos convocaba. Comenzamos revisando los proyectos actualmente en ejecución, como nuestro ya conocido proyecto de defecaderos artificiales de guanacos en Alhué. Asimismo, abordamos el inicio de un nuevo proyecto en el que Kintu participa como actor local clave: Tierras Nuevas, sobre el cual entregaremos más detalles en una próxima publicación.

También conversamos sobre futuras iniciativas que involucran directamente a nuestra organización. Entre ellas, destacamos un proyecto de recopilación de relatos y datos históricos para estimar la distribución pasada del guanaco, lo que permitirá identificar áreas clave para su repoblamiento en Chile central.

Otro proyecto relevante es el estudio sobre la relación entre orugas y espino, con el objetivo de comprender el origen biogeográfico de este emblemático árbol del ecosistema esclerófilo. Estas y otras iniciativas serán compartidas en mayor detalle a medida que avancemos en su ejecución.

Finalizamos la asamblea con un espacio de reflexión colectiva sobre el futuro de Kintu, nuestras perspectivas sobre la restauración socioecológica, el rewilding y otros conceptos fundamentales en nuestra visión. Subrayamos la urgencia de desarrollar nuevas articulaciones teóricas y metodológicas para enfrentar la creciente degradación ambiental que amenaza al bosque y matorral esclerófilo.

En este marco, discutimos la importancia de construir una matriz territorial que integre las prácticas y narrativas de las comunidades locales, evitando generar antagonismos entre los distintos actores involucrados en los conflictos socioambientales. Destacamos, entre otros, el rol histórico y ecológico de la arriería como una práctica que puede contribuir a una restauración verdaderamente integral.

La asamblea semestral concluyó el martes 27 de mayo por la mañana, con nuestro regreso a Santiago. Cerramos este encuentro con esperanza, nuevas preguntas, y la convicción de que seguimos caminando en la dirección correcta.

 

Kick-off proyecto Tierras Nuevas en Huaraz, Perú

A propósito de las nuevas alianzas y proyectos que involucran a nuestra organización, tres de nuestros miembros viajaron a Huaraz, Perú, para reunirse con los otros equipos en el marco del proyecto “Tierras Nuevas”.

Este proyecto, liderado por científicos de Francia, pretende investigar y analizar los efectos del cambio climático en ecosistemas periglaciares. Esto, desde una perspectiva tanto ecológica como socioecológica. 

Para ello, se reunieron todos los equipos involucrados, es decir, el equipo francés que lidera y financia el proyecto, y los equipos de Chile (Kintu), Perú y Bolivia. Esta instancia permitió dar el puntapié inicial, en donde se discutieron los 3 paquetes de trabajo en los que se sustenta el proyecto.

De manera general, el objetivo del primer paquete de trabajo es recopilar datos y relatos para comprender las percepciones del cambio climático de las comunidades locales que habitan estos ecosistemas periglaciares. A partir de estas percepciones, se busca estudiar propuestas de experimentos para identificar soluciones basadas en la naturaleza y aplicarlas en dichos ecosistemas.

El paquete de trabajo 2 busca realizar un estudio de las condiciones paisajísticas de los terrenos elegidos para el proyecto. Así, se busca determinar condiciones vegetacionales, edáficas, hídricas y otras para poder caracterizar geográficamente el área de estudio. 

Finalmente, el paquete de trabajo 3 consiste en implementar las soluciones obtenidas en el paquete de trabajo 1, considerando tanto las percepciones de las comunidades como las características geomorfológicas y ecológicas del terreno.

Así, cada equipo debe estudiar estos tres paquetes de trabajo en las respectivas áreas de estudio (Perú, Bolivia y Chile), de manera que se puedan identificar similitudes y desafíos comunes para dichos territorios.

En Perú, el sitio seleccionado se ubica en la Cordillera Blanca, en el Parque Nacional Huascarán. En Bolivia, el área a estudiar se ubica en la Región de Sajama, mientras que en Chile, el área de estudio se ubica en la localidad del Cajón del Maipo, particularmente en la cuenca alta del río Maipo. 

Como organización, nos enfocaremos en el estudio del sector del Cajón del Maipo, con especial énfasis en el paquete de trabajo 1, en el marco de la tesis doctoral de nuestrx miembro, Benja Silva. Este enfoque nos permitirá profundizar en las percepciones locales del cambio climático y contribuir activamente al desarrollo de soluciones contextualizadas. Estamos muy entusiasmados de ser parte de este esfuerzo colaborativo internacional que busca generar conocimiento y acción frente a los desafíos socioecológicos de los ecosistemas periglaciares.

Comienza proyecto de defecaderos de guanacos

Luego de una intensa preparación, como organización comenzamos un proyecto novedoso en términos científicos, el cual intenta evaluar el rol ecológico y ecosistémico de los defecaderos de guanacos en un bosque esclerófilo. El experimento se está llevando a cabo en la localidad de Alhué y se establece en una serie de configuraciones diversas para medir el efecto que tendría el establecimiento de estos atributos del paisaje en un ecosistema dominado por este bosque típico de Chile Central.

 

En términos científicos, los defecaderos de guanacos resultan un fenómeno muy interesante. Primero porque es un atributo de la conducta de guanacos que no poseen otros mamíferos, como el hecho de elegir ciertos puntos del paisaje para colocar ahí defecaderos en donde todos los individuos de la manada o tropilla de guanacos defecan. Si lo vieramos desde el punto de vista de un drone, estos defecaderos desde arriba formarían un polígono que viene siendo la representación del hábitat de una manada con su macho alfa y sus hembras, que normalmente son entre 7-12 hembras. Curiosamente, el establecimiento de estos montículos de fecas estaría ayudando al crecimiento del bosque y matorral esclerófilo dado que, al acumular una importante cantidad de nutrientes en esos puntos, una vez que arriban las primeras lluvias se convierte en un punto muy favorable para la germinación de semillas. 

 

Por lo tanto, estamos hablando de que los montículos de fecas o defecaderos formados por los guanacos podrían estar teniendo la función de regenerar el bosque y matorral esclerófilo. Como existe una dificultad logística propia de reintroducir guanacos en ecosistemas a los que no se les ha medido las diferentes amenazas que podrían existir a los individuos reintroducidos, es que hemos decidido recolectar fecas y fabricar estos montículos de forma artificial. Es por ello que, con la ayuda del zoológico metropolitano, acumulamos alrededor de 800 kg de fecas para posteriormente armar lo que fueron los defecaderos establecidos en estos diferentes sitios.

 

Los pasos a futuro serán monitorear estos defecaderos para ver cómo evolucionan en su interior y entorno y ver si, efectivamente, permiten el establecimiento de plántulas de parboles, arbustos y herbáceas del esclerófilo y así testear la hipótesis de que los defecaderos efectivamente ayudan a la regeneración del bosque y matorral esclerófilo. Esparamos pronto contar con los primeros resultados para darlos a conocer.